LA VOZ DORMIDA
PSEUDÓNIMO: "URBANELLI"
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo: Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
Ángel González
I
Tú manabas libre y húmeda entre mis dientes,
dulce manantial de aguas remansadas
por donde discurría la vida en vertical abrazo.
Y llegaba el momento de entrar en batalla
y, desnudos, parecíamos niños enhebrados a la noche,
enemigos sin máscara mirándonos sin tregua.
Me dejaste vivir un instante en tus umbrales,
permitiste que mis dedos y mi carne
horadasen tus fértiles riberas,
me legaste al dios bueno y triunfal
como última ofrenda.
Después, escuché como sin desearlo
el leve latido de tu pecho, un tintinear
de mudas campanas sobre mi frente.
Cuánto te odié por quererme tanto
y qué hermoso era verte recostada sobre mi hombro,
sosteniendo con tu mano el mundo
y hablándome con tu voz dormida.
II
Yo quisiera dispararme en la sien mil veces
y que salpicaras mi carne herida con tu mejor sangre:
es un viejo sueño instalado en mi agenda de cafre,
quizá un sanguinario festival de besos criminales.
Tu ropa sobre el suelo donde aletean mariposas
y tu alma de dama impertinente
colgando de mi mano como una prenda inútil.
¿Hay mejor modo de celebrar una última danza?
He aprendido a desvestirte con la técnica del hampón
y sembrado un largo camino de cruces
por donde suelo perderme en las noches
para hallarte viva y muerta y resucitada,
y que todo sea carne y verbo como al principio,
y me devuelvas esa arma letal que me robaste.
III
Hay un bramido en mí, un sonido animal
que te reclama como desde secretos rincones del mundo.
Quizá la vida nos ha dejado atrás,
ha permitido que mi mano sea sólo un muñón
en esa hora hermosa de reconocer debilidades,
ese momento algo angustioso y tan humano
cuando hay que saber caer a pulso
y los monstruos del sueño nos llaman amablemente.
Un graznido, una vocal en ariete,
y todo este extraño mundo por donde se nos va el amor
y nos queda como una nostalgia de barcos extraviados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario