(Fragmentos de pequeños cuartetos)
I
Una gota de lluvia hecha de llanto,
un penar hasta que la razón ceje,
un humo amargo y gris que nos aleje,
unos ojos que miran con espanto.
II
Un rebelarme por lo que es injusto,
un caer y levantarse de nuevo,
un olvido que yo nunca renuevo
y al tiempo de pasar, lo creo justo.
III
Una armonía de notas opacas,
unos pliegues que no nos incomodan,
un vino escanciado que me acomodan,
un color de mejillas que destacas.
IV
Un adoquín nos acelera el paso,
una calma que confunde la hiel,
un viento que nos eriza la piel,
un cruento sabor que queda en el vaso.
V
Un tiempo que nunca nos fue mejor,
una esperanza que se nos perdió,
una sequedad que la vida dio,
un afán de ser yo y no ser peor.
VI
Una verdad que no existe, de veras,
un restañar que no deja dar vueltas,
unas extrañas miradas disueltas,
un adiós para siempre en las aceras
VII
Un simple beso que por fin consuela,
una fiel despedida en nuestro entierro
que nos marcará con un infiel hierro,
pues aquel que no corre, por fin vuela.
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