Escrito en el agua
Se inclina, en estos días,
a emplear el bolígrafo
con objeto de dejar para el futuro
huella indeleble de otro tiempo
cuando, premuras e intereses ya ajenos,
otra persona nos habitaba.
Pues, por experiencia lo sabe,
tras abrir un libro
largos años abandonado,
el lápiz es presa fácil
de la mano que, voluble,
a la goma entrega
antiguos trazos e interrogaciones,
tenues grafos que al morir
arrastran consigo pretéritas lluvias,
ilusiones fugaces,
brasas estivales
cuyas cenizas
la figura de un muchacho inseguro desdibujan.
Por eso hoy, temeroso de no recordarse,
realiza sus anotaciones con tinta roja
y subraya firmemente en azul,
para que en el curso de otras mañanas
bajo el persistente influjo del nordeste
su mano no pueda sin esfuerzo
suprimir los límpidos rasgos marginales
que la mano de este hombre inseguro trazó.
Seudónimo: Trilce
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