" LA FLOR DE LA AMISTAD "
Pseudónimo: SINÓN
Era un día de primavera muy bello, como es propio en esos meses en que el sol es complaciente con todos, y paseaba con mi abuelo por los alrededores de nuestro pueblo. Me detuve ante un hermoso prado cubierto de un bello mantel natural de flores y le dije a mi abuelo materno:
-" ¡Qué bellas son . Me encantan!"
Y él sin mostrar asombro me responde:
-" Si , son lindas, mas estas cuando pasa su primavera se secan pero hay una flor que es maravillosa pues se mantiene viva todas las estaciones y días del año."
Lleno de ilusión exclamo:
¡" Por favor, llévame a conocer esa.!"
No tuvo tiempo a contestar, pues en aquel momento viene hacia nosotros un hombre quien al verle grita:
-" ¡Amigo, cuánto tiempo sin verte. Tenía muchas ganas de darte un abrazo.!"
Ambos se abrazaron llenos de emoción y, hasta vi como los ojos de uno y otro se empañaban con alguna que otra lágrima.
Cuando se despidieron seguimos caminando y entonces mi abuelo me dijo:
-" Nieto mío, viste, aquí hace unos instantes se hizo presente la flor inmarcesible de la que te hablaba."
Le contesto:
-" No entiendo de cual me hablas. Se trata de una bonita que había en un parterre que acabamos de dejar en las cercanías de una mansión."
A lo que mi querido abuelo dice:
-" La flor a la que te hago referencia es la que manifestó todo su colorido cuando me encontré con el hombre que vimos. Esa se llama amistad."
Sorprendido comento:
-" En verdad que es muy bella la hermosa amistad, pero desconocía que para ti es una flor."
Él, deteniendo el paso y mirándome con la ternura propia que manifiestan los abuelos me explica:
-" Hijo, la flor de la amistad es la más necesaria para que este mundo sea un grandioso jardín de fraternidad y brota de nuestros corazones. Hay flores familiares, las de los pétalos de sangre, que son extraordinarias y vitales para la vida pero el parterre de nuestra vida estaría incompleto sin la de la amistad. "
Le digo:
-" ¿Cómo se cuida esa flor?"
Me dice:
-" Primero tener nuestro corazón, como deben estar todos, abonados con los sentimientos más maravillosos y regarla con los valores de lealtad, fidelidad y entrega incondicional. No hay límite en el número de las mismas, cuántas más haya mucho mejor pues, toda la persona que está abierta a tener amistades, el ser empático y sociable está consiguiendo desarrollarse en el ámbito social."
Mirando al abuelo le digo:
-" Gracias, abuelo, no sabía que tengo gran cantidad de esas flores, ya que son muchos los amigos que tengo."
Él con regocijo contesta:
-" Cuanto me alegro de que así sea; ahora, nieto mío, cuídalas que nunca se marchiten por culpa tuya, ya que el cuidado de esa flor depende de dos. Te repito, que no sea tu negligencia , abandono y desconsideración lo que haga secar la flor más necesaria en la vida."
Con estas fenomenales reflexiones dimos por acabado aquel paseo pues ya iba a anochecer y regresemos a nuestra casa donde nos esperaban los demás miembros de la unidad familiar.
En verdad que desde aquel día siempre tuve en cuenta colaborar para que esa singular manifestación floral creciera sana y fértil.
No habría pasado un par de años cuando el abuelo se puso muy grave. Lo llevamos a un centro sanitario y allí los especialistas nos dijeron que era grave la situación y que era preciso hacerle unas transfusiones de sangre pero ninguno de nosotros sus familiares teníamos su grupo sanguíneo. Estábamos consternados porque no podíamos hacer nada por salvarlo. Con nosotros estaban algunos de sus amigos quienes enterados de la situación crítica habían acudido al hospital. Nada más enterarse de ello dijeron a los sanitarios :
-" Por favor , comprueben si alguno de nosotros tiene su mismo grupo sanguíneo."
Al realizar la prueba dos de ellos lo tenían y con dilación dijeron:
-" Extraigan nuestra sangre, toda la necesaria para salvarlo."
Mis padres no sabían como agradecer la entrega y ayuda que estos daban .Uno de ellos respondió:
-" No tienen nada que agradecernos , este es el fruto de la flor de la amistad. Esa no solamente debe manifestar su colorido en los momentos bonitos y festivos de la vida, en los instantes de diversión es fácil mostrar la corola vistosa pero, donde más es necesaria la misma es en casos como en esta crítica situación."
Gracias al altruismo solidario de sus amigos el abuelo se recuperó y, ya en la misma cama de la habitación , rodeado de las flores familiares y las de la amistad me dijo esbozando una sonrisa:
-" Te acuerdas, nieto querido, aquello que te expliqué un día de la flor de la amistad, aquí me tienes hoy entre vosotros gracias a su néctar, la entrega solidaria que mostraron mis amigos. Obra siempre en justa correspondencia pues, no lo olvides, esa flor debe tener sus raíces en dos corazones que tienen a gala llamarse AMIGOS/AS."
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